HISTORIA

HISTORIA

Los judíos de Holanda en América del Sur
en la primera mitad del Siglo XVII
Escribe Moisés Chávez Velásquez

A continuación presento un resumen del texto de mi monografía sobre los Judíos de Holanda en América del Sur, traducido del original en hebreo presentado en la Universidad Hebrea de Jerusalem, 1973, a sugerencia del Dr. José Marín González, un destacado antropólogo celendino, catedrático de la Universidad de la Sorbona, quien se encontraba abocado a la misma investigación tras la publicación de su obra L’Amérique du Sud.

El probable marco historiográfico de la migración de judíos del Brasil a Celendín es dado por la prolífica suma documental que nos aportan las publicaciones de la American Journal Historical Society (PAJHS).

A. El trasfondo histórico

Los núcleos de judíos marranos que bajo la protección y los intereses de Holanda dejaron huellas indelebles de su presencia en América del Sur, constituyen el tema de importantes investigaciones etnográficas.

Los judíos de Holanda son aquellos que fueron expulsados de España y Portugal desde fines del siglo 15, y que fueron asimilados por Holanda, cuyo régimen vio en su aporte un valioso instrumento para el incremento de la economía de Holanda. Los registros españoles y portugueses los denominan también “judíos de Amsterdam”.

El régimen económico holandés, de arraigo mercantilista de avanzada, concedía a sus ciudadanos plena libertad para su desempeño económico que aportara beneficios al país, y entre ellos se contaban los judíos marranos. En gran parte esta política era una reacción contra la política de los regímenes absolutistas de sus vecinos y enemigos: España y Portugal. Pero básicamente representa el surgimiento del capitalismo temprano y la revolución industrial de avanzada, constituyendo el caso de Holanda un fenómeno histórico que se anticipó en mucho a su manifestación en otros países europeos.

Holanda apreció primero en los judíos de España y Portugal, excelentes facultades para concentrar el comercio internacional en Amsterdam, y luego los tuvo como aliados en la defensa e incremento de sus intereses coloniales en América del Sur y en las Antillas. Dentro de esta nueva esfera de relaciones, se implicaba el libre desempeño de los judíos en el orden material y sobre todo en el orden espiritual.

La presencia de los judíos de Holanda en América representa en general una segunda oleada de imigración judía. La primera está representada en los programas coloniales de España y Portugal.

Los primeros judíos vinieron a América a partir de los viajes de Colón. La segunda oleada comienza en 1623, cuando Holanda empieza a probar suerte con un programa colonialista tanto en América del Sur como en América del Norte.

El núcleo principal de los judíos holandeses en la primera mitad del siglo 17 estuvo en el Brasil, donde se formaron importantes congregaciones en Pernambuco, como la de Recife. Fue la disolución y dispersión de estas colonias lo que inauguró e incrementó otros asentamientos de judíos holandeses en las Guayanas y en las Antillas, en la segunda mitad del siglo 17.

El desarrollo de los acontecimientos en Brasil abarca dos etapas:

a) El período del gobierno portugués en Brasil, y

b) El período del gobierno holandés.

I. La Primera Etapa

En esta etapa habían núcleos de marranos, es decir, judíos convertidos al cristianismo sólo en fachada, diseminados en medio de la población de origen portugués. Pero en los dos últimos decenios antes de la conquista del Brasil por Holanda, comenzaron a inmiscuirse al Brasil judíos de Holanda, mediante pasaportes fraudulentos. Estos judíos recién llegados actuaron juntamente con ciertos sectores de la población judía local para socavar las bases de la administración portuguesa y servir a los intereses del espionaje holandés.

Señala Esteban de Ares Fonseca, que los judíos de Amsterdam fueron responsables de la caída de Pernambuco, dirigidos por Antonio Vaez Henríquez (alias Mosen Coen); y otros casos semejantes.

Holanda había invadido Brasil en 1630, y por el año 1635, ya se había logrado la conquista de la mayor parte del litoral del país. 

II. La Segunda Etapa

Esta etapa es representada por el corto dominio del gobierno holandés en Brasil (1630-1634). Por el año 1642 el Brasil holandés había alcanzado su mayor expansión, desde San Francisco hasta el norte.

En esta etapa es de especial recordación el período en que se desempeñó Johan Maurits como gobernador del Brasil (1630-1644). El supo dirigir con sabiduría y tolerancia los destinos de la pujante colonia. Lamentablemente, la crisis del azúcar que azotó Brasil en los últimos tres años de su gobierno, precipitó el final del dominio holandés en Brasil.A ello se añadió el estallido de la guerra entre Holanda e Inglaterra en 1653. Recife fue abandonada al enemigo, y por fin, el 25 de enero de 1654, Holanda capituló al gobierno portugués después de 18 años de posesión. Sólo en Recife había una colectividad de 5,000 judíos.

Después de la capitulación de Recife, se produjo el éxodo de refugiados judíos del Brasil. Hubieron los que viajaron de regreso a Holanda, y otros se dispersaron en el norte de América del Sur y en las Antillas.


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