ESPERPENTOS - Felix Horna Ludeña
Me es grato dirigirme a Ustedes para saludarlos y para decir algo sobre los diferentes monumentos realizados por el gobierno municipal del señor Mauro Siles. ¿Monumentos o esperpentos?, es la pregunta que se impone.
CPM tiene toda la razón del mundo cuando dice que en nuestra querida tierra hacen cosas absurdas, sin consultar a nadie. Los monumentos que se ha levantado en el transcurso del gobierno del ex alcalde no están bien hechos, en vez de mejorar la belleza de nuestro paisaje la han deteriorado gravemente.
El "mirador" de San Isidro no debió hacerse nunca y menos de manera que tapara la iglesia. En todo caso lo hubiesen construido a un costado de la capilla, o en el cima de Jelig.
Por otro lado está una obra de la que ustedes no se ocupan: la plazuela hecha en Bellavista, donde el "escultor" ha puesto un gigantesco sombrero que ni siquiera parece ser de Celendín. Es un objeto tan desproporcionado que minimiza a toda la plaza y a la población entera.
Lo mismo podríamos decir de las graderías del cementerio, que no están hechas a escala. Las personas apenas pueden subir sin riesgo de caerse.
Dios sabe qué otras obras habrá cometido el ex alcalde Siles y que además de mal construidas han costado al presupuesto de la municipalidad sumas que no conocemos.
Ojalá que en este periodo no se cometan los mismos desaciertos.
Los saluda,
Felix Horna Ludeña
karnak7576@hotmail.com
Respuesta de CPM:
Estimado paisano:
Tiene Usted también toda la razón del mundo. Esos monumentos improvisados e irresponsables desfiguran a nuestra querida tierra de Celendín, tanto por estar mal concebidos como por carecer de originalidad.
Es verdad lo del "sombrerazo" de Bellavista, que, por su volumen absurdo y desproporcionado, minimiza a los personajes celendinos típicos que están a su costado, y que por su forma, no parece shilico sino calañés.
Estamos luchando para que el alcalde actual pare la mano a toda esta locura sin sentido y para que se hagan las cosas más racionalmente, priorizando las necesidades urgentes y sometiéndolas al consenso público.
Pensamos que el hambre de nuestros niños y el abandono en que están ciertos sectores es prioritario. Solucionando estos podremos pensar en adornos que se deben viabilizar, siempre, mediante concurso público en el que puedan participar todos los creadores celendinos.
Un gran abrazo shilico.
Javier, por CPM
FELICIDAD - Walter Reyes Salazar
He tenido uno de los momentos más felices de mi vida al "toparme" con Celendín Pueblo Mágico, con esta prodigiosa página que nos acerca a la cuna, a la tierra linda que nos vio nacer.
Seré pues, de hoy en adelante, un asiduo lector de CPM y, dadas las condiciones económicas, seré también un colaborador económico constante, con lo que esté a mi alcance por supuesto.
La emoción es tanta que sólo me nace darle gracias a Dios por tener paisanos que se preocupan de nuestra tierra, de nuestro "Cielo del Edén", tan venido a menos por el apetito desmedido de malos celendinos que no piensan en el futuro de los que viven y vivirán en la que aún sigue siendo una ciudad hermosa.
Creo que hemos estado adormecidos y ustedes nos han dado una "shaushinada" para despertar y hacer todo lo que esté de nuestra parte, estemos donde estemos, hasta en el lugar más remoto del orbe, para salvar a nuestra tierra.
Gracias de nuevo y nunca desmayen en su propósito.
Su amigo y paisano de toda la vida
Walter A. Reyes Salazar – Osito
waresace@gmail.com
TURISMO - CPM
Te agradecemos mucho tu aporte sobre el potencial turístico de Celendín, actividad económica y cultural a la que nos hemos referido insistentemente, señalando la urgencia de orientarla y explotarla.
Sugerimos dos nombres de expertos que pueden también integrar una comisión para la realización del diagnóstico turístico desde el punto de vista arqueológico, el arqueólogo celendino Moisés Chávez Velásquez y el arqueólogo Illariq Peralta Pita, de la Universidad de San Marcos, un hijo de celendinos.
Pasando a otro punto, permítenos una aclaración cordial a lo que dices sobre la oportunidad con que se debe alertar, enjuiciar y criticar ciertas obras, para no "llorar sobre la leche derramada".
Desde el mes de febrero de 2006, cuando fuimos informados de la construcción de un "mirador" absurdo en la colina de San Isidro, nuestra preocupación se centró en alertar a las autoridades y a la opinión pública celendina para detener el proyecto, para que no se culmine esa obra destructora.
Es así que denunciamos con fuerza no sólo este caso si no, en general, la destrucción urbanística de Celendín, y esto prácticamente desde el inicio de la actividad de CPM. Bien se puede decir que ése fue el leit motiv y la primera razón que justificó nuestra aparición en el universo cibernético.
Ni las autoridades, ni el autor del proyecto, ni los constructores del mismo reaccionaron. O, mejor dicho, sí, reaccionaron, pero negativamente: construyendo aceleradamente lo que faltaba, culminando una obra que deformaba gravemente el perfil de nuestra colina tutelar.
No se puede decir pues que no hubo alertas y críticas fundadas. La hubo y muy sólidas. Lo que no hubo antes fue un anuncio público del proyecto, ni un debate al respecto y menos un concurso y una licitación. De haberse respetado estos pasos responsables y democráticos, nuestra colina tal vez se hubiera salvado.
Ahora, a mediano plazo habrá que ver lo que se puede o debe hacerse con esa obra que no enorgullece a ningún celendino sensato. Lo que está pendiente es el destino que se le reserva a la vieja capilla levantada por nuestros antepasados. CPM va a estar muy vigilante al respecto.
Por lo demás me parece que coincidimos contigo en lo importante. En el futuro habrá que cuidar que este tipo de obras públicas se hagan como es debido, es decir previa consulta a la ciudadanía, porque los arreglos bajo cuerda lo único que garantizan al final es la corrupción.
Un abrazo shilico.
Jorge, por CPM
TURISMO - Luis Mori García
Reciban mis saludos. He leído las críticas a las construcciones, al "mirador", entre otras y me pregunto por qué tenemos que esperar que algo se concluya para recién criticar... ¿No creen que sería mejor evitar que sucedan los errores? Esas obras desde el inicio de su construcción están a la vista de todo el mundo. Entonces quien conozca que no será lo adecuado que lo diga, que lo sustente, que se oponga, que lo evite; pero que actúe a tiempo, para no llorar luego sobre la leche derramada.
El motivo de mi participación ahora es que formo parte de la Secretaría Técnica de Turismo de Celendín. Estamos invitando a que se nos ayude con una Consultoría para el Diagnóstico Turístico de nuestra provincia. Hemos invitado ya al arqueólogo Narváez quien viene restaurando Kuelap. Ha contestado que no es su tema el Turismo, pero que podría contribuir en el aspecto arqueológico y su potencial para el uso turístico. El otro invitado es un experto en turismo, el licenciado Bazán, de quien aún no tenemos respuesta.
Creo que este trabajo debe ser compartido por todos los celendinos, para lograr buenos resultados ya que de aquí se desprenderán los proyectos e inversiones en este rubro del cual tanto se habla hoy en día. En la práctica ,y en nuestro pueblo, me parece que honradamente deberíamos hablar primero de Preturismo.
Se necesita un consultor interno para compartir este trabajo con el experto. Todos coincidimos en que este lugar era para nuestro recordado JOSIRA. Me gustaría que todos asumamos este reto. La participación debe ser abierta a todos los interesados. Ojalá conozcan a profesionales shilicos que deseen participar. Tenemos a su disposición los Términos de Referencia, para discutirlos, mejorarlos y lograr unos resultados que serán la herramienta clave en el desarrollo de nuestro querido Celendín.
Un fuerte abrazo, su amigo
Luis Mori García - Charza
lomgcel@hotmail.com
MIRADOR - Teresa Díaz
Soy shilica de corazón y adoro mi tierra antes que nada.
Quiero felicitarlos por esta pagina web que está muy bonita.
Hace mucho que no voy por Celendín y, la verdad, he quedado más que impactada con ese "mirador" horroroso que están haciendo. ¿Cómo pueden querer desaparecer la capilla de San Isidro, que forma parte de nuestra tradición?
Y no puedo creer que hayan dañado tanto la colina misma de San Isidro... ¿Por qué somos tan alienados y no respetamos nuestras costumbres y nuestros paisajes, que son maravillosos?
La verdad, es una lastima todo lo que se ha hecho ahí.
Atención, no perdamos el encanto de nuestra tierra, que es nuestra riqueza y que siempre ha sido admirada por todos sus visitantes.
Tere
diazteresa@hotmail.com
¿TORRE EIFFEL? - María Miranda G.
Quisiera decir algo sobre el "mirador". Estoy de acuerdo con ustedes, es de verdad un homenaje a la huachaferia de que somos capaces algunos shilicos.
Un "mirador" dañino además, porque ahora sí que a la vieja capilla de nuestros antepasados no la salva nadie. Soy shilica y católica, me gustan los toros y la fiesta del Carmen, rezo a la Virgen y a Nuestro Señor, pero por qué tenían que aplastar a nuestro probre San Isidro con ese tremendo "adorno de torta", con ese "Cristazo" de cemento...
En cuanto a originalidad, una mala imitación del Cristo de Rio de Janeiro dicen ustedes, yo digo una mala imitación de lo hecho (¿por las mismas personas?) en Pacasmayo, en Chiclayo, y mejor me callo... De verdad, ¿no había donde usar mejor el dinero, señor alcalde?
Lo peor es que el doctor Mario Chávez Gil defiende el armatoste y dice que el "Cristazo" es como la Torre Eiffel. ¡Un poco de modestia, paisano...! Si yo digo que Celendín es como París alguien diría que estoy un poco chalada y tendría razón...
Felicitaciones por la linda página que nos regalan.
María Laura Miranda Guerra
¿TORRE EIFFEL? - Mario A. Chávez G.
El MIRADOR DE
CELENDIN
Por Mario A. Chávez
Gil
La construcción del
Mirador en la Colina de San Isidro ha generado
algunas opiniones controversiales entre los paisanos
que viven en la querida tierra y otros que la hemos
visitado. Algo similar a lo que ocurriera hacen más
de cien años, con la construcción de la Torre Eiffel
en Paris y que ahora es un símbolo de Francia y en
especial, un icono de la Ciudad Luz, es el monumento
más visitado del mundo.
Hemos subido a la colina y hemos percibido una obra
bella, majestuosa, que se está terminando. Esta obra
es el reflejo de la superación de su arte del gran
artista amigo no sólo nuestro sino de muchos y de
varias generaciones: Miguel Ángel Díaz Dávila; Miguel
ha dejado plasmado su arte por distintas partes del
país y su labor ha sido reconocida por muchos pueblos
y sus respectivas autoridades.
Hemos tomado alguna fotos y efectivamente nos hemos
dado cuenta que se puede percibir la capilla. Por
allí escuchamos algún comentario de que pensaban
trasladar la capilla a un costado, que ocurrencia tan
absurda.
Cuando niños, éramos asiduos concurrentes a la colina
por dos motivos: una, para rodar en ella cuesta abajo
en los carros de madera y aquí quiero narrar una
pequeña anécdota de cuando en un gesto de osadía (ya
lo hemos visto como torero), nuestro gran amigo
Guillermo Pereyra Silva, antaño con su chapa
inolvidable “El Gasha”, ahora conocido
como “El Niño de la Candelaria”, cogió
prestado un triciclo, lo montó y se lanzó
cuesta abajo a una velocidad no registrada hasta esos
momentos, no sé si es blanco de nacimiento o aquella
vez se puso tan pálido que allí le quedó la blancura
para toda la vida.
Decía que nos sorprendió cuando lo vimos bajar con
los ojos desorbitados como si con ellos quisiera
frenar su caída, de copiloto, parado en el estribo
posterior del triciclo, estuvo por breves momentos
Luis Díaz quien se tiró del triciclo al comienzo del
descenso y con esto le dio mayor impulso al triciclo;
la caída fue estrepitosa y memorable por cierto, pues
en el rebote al final de la bajada, si no se rompió
la crisma fue porque terminó aterrizando en una batea
de pelar mote. Parado en la esquina al comienzo de la
calle, como testigo presencial de excepción estuvo
“El Profesor Ariche” quien al verlo
bajar sin control gritó:
- ¡Se mató este salvaje!
El descenso desenfrenado y la caída fueron motivos de
conversación durante toda la semana; nadie más lo
imitó y él tampoco quiso repetir su proeza.
El otro motivo por el que subíamos a San Isidro era
para elevar nuestras cometas y que se pusieran
coronitas para enviarles cartas y telegramas. Ya
mozalbetes subíamos por motivos más profundos que nos
dejaron hermosos recuerdos para siempre. Jamás vimos
la capilla abierta y ninguno de los curas que
conocimos se atrevió a pronunciar los Santos
Evangelios desde allí, o quizás para dar el beneficio
de la duda, nunca nos enteramos; el hecho es que
siempre la vimos cerrada, hoy por el contrario, será
lugar de permanente visita y de un sin número de
actividades, artesanales, gastronómicas y culturales
de todo tipo.
La carretera de acceso esta muy bien disimulada,
quizás debería embloquetarse y la tremenda herida del
cerro podría encargársele a la minera para que la
cierre y en su superficie coloque tierra fértil para
que se puedan recuperar los pastos.
Paisanos, revisemos fotos o visitemos estudios y nos
daremos cuenta que casi en la totalidad, las vistas
son de la ciudad, muy raras encontraremos de la
capilla, hoy en cambio ya comienzan a verse una nueva
clase de fotografías.
Aquellos que son religiosos deben comprender que en
la Jerarquía primero está Jesús y después de él,
cualquier santo o inclusive María su madre.
Es lamentable que en estas fiestas patronales no se
haya podido lograr la iluminación del Cristo y la
capilla de San Isidro, pues con los efectos
adecuados, y a lo lejos El Cristo quedará flotando
sobre la capilla, es decir se debe iluminar con
reflectores, la fachada de la capilla y solamente el
Cristo. Las escalinatas y el mirador mismo deben
quedar en fondo oscuro o ser iluminados solo en su
parte posterior y entonces se podrá tener la gran
visión de Cristo dominando toda la ciudad.
DESCABELLADA, CENSURABLE - Fernando Horna D.
SAN ISIDRO ES EL
MIRADOR DE CELENDIN
Por Fernando Horna
Díaz
Celendín, desde siempre,
tiene un MIRADOR estratégico que la naturaleza
sabiamente ha colocado para que, hasta los menos
dotados, puedan apreciar y quedar anonadados con la
belleza y la vista que ofrece el DAMERO planificado
por el ingenio visionario de nuestros antepasados.
Este MIRADOR es San Isidro. Desde él, sin lugar a
dudas, podemos afirmar orgullosos que CELENDIN, la
ciudad capital de la PROVINCIA, es hermosa como
ninguna otra.
Rememoramos con infinita dulzura el tiempo de la
infancia y de comienzos de la adolescencia, cuando,
con los amigos, en San Isidro, NUESTRO CERRO, NUESTRA
COLINA, nos deslizábamos con maestría sobre los
carritos de madera, o correteábamos y elevábamos
nuestras coloridas cometas (voladeras) hasta las
estrellas o dirigíamos nuestras miradas hacia las
casas de las dueñas de nuestros tiernos amores.
Actualmente a nuestro MIRADOR, el cerro de SAN
ISIDRO, lo vemos desvalido, melancólico y temeroso
debido a que, hace unos años, sin misericordia, le
amputaron parte de su anatomía, dejándolo penosamente
deforme. Esta miserable acción fue cometida por gente
que jamás ha querido a Celendín y que solamente busca
enriquecer sus bolsillos con la venta de la arena
existente en ese lado de la colina.
A la pequeña CAPILLA de SAN ISIDRO hace mucho que
deberíamos haberla ampliado y embellecido, además de
haberle construido, delante, una gran losa rodeada de
bancas y adornada con maceteros y farolas.
Porque desde la CAPILLA se puede apreciar
panorámicamente toda la belleza y esplendor de la
ciudad y su campiña.
Lo manifestado nos hace deducir, lógicamente, que la
construcción de cualquier otro tipo de MIRADOR, no es
más que una forma descabellada y censurable de gastar
el dinero que debería invertirse en obras
prioritarias a favor de la ciudad y del pueblo
celendino.
Para administrar eficientemente una ciudad se tiene
que estudiar, viajar, conocer las formas de
ordenamiento del comercio, la industria, el
saneamiento, seguridad ciudadana, embellecimiento de
las ciudades; pero estos temas, hay que decirlo sin
ánimo de ofender, no se aprenden viajando a Lima y
paseándose por la Parada.
-----------------
Fernando Horna
Díaz
fhd_1001@hotmail.com
DE ACUERDO - Luis Rojas Montoya
AÑORANZA
Yo quiero a mi Celendín,
su cielo azul intenso, sus nubes y sus cerros
sus verdes sauces y sus altos eucaliptos.
sus pencas, sus chilcas y sus huichos,
sus verdes campos hermosos e infinitos.
Yo quiero a mi Celendín,
a los amigos y a los viejos de antes.
Añoro sus fiestas, su orgullo y fe.
Creo en sus artistas, sus poetas y cantantes,
en sus locos, sus nashacos y yo qué sé...
EL "HUECO" - Rolando A. Cohayla S.
ESTO TIENE QUE
SER RESUELTO
Por Rolando A. Cohayla Sánchez
Hace treinta y cinco años que leí comentarios
respecto al "hueco" de San Isidro (en la revista
"Marañón") y los escuché en boca de muchos
paisanos... Hoy, parece que esa triste fisonomía de
nuestra colina tutelar, con "su hueco de arena", se
ha vuelto "normal" para los celendinos, sobre todo
para los jóvenes, pues las nuevas generaciones
abrieron sus ojos y ya se encontraron el hueco...
Esto tiene que ser resuelto, de una manera o de otra.
Ya es tiempo de decir basta. Además, urge proponer
una "zona para nuevas viviendas", ya que San Isidro
no debe convertirse, de ningún modo, en un pueblo
joven de Celendín, esto sería un insulto a nuestro
pasado, a nuestra personalidad urbana, a la nobleza
de la "Bella Villa", como ya es una ofensa el
"mirador" de ladrillo y cemento (convertido en
letrina pública) que algunas buenas almas han
perpetrado..., porque como ya dijo el poeta: "de
buenas intenciones está empedrado el infierno".
Mirador ha sido siempre la misma colina, con su
capillita y sus matas de "nigua-nigua " por aquí y
por allá... Lo otro es vanidad de vanidades que si
beneficia a alguien no es a Celendín.
SALVAR EL CENTRO - Alberto Zaldivar R.
SALVAR EL CENTRO
HISTORICO CELENDINO
Por Alberto Zaldivar
Revoredo
La falta de una política de conservación de nuestro
patrimonio cultural -léase nuestro paisaje
arquitectónico urbano y otras riquezas-, por parte de
las autoridades ediles que dirigieron y/o dirigen los
destinos de nuestro querido Celendín, ha hecho
posible que se destruya la armonía de su fisonomía
ciudadana, que ha quedado a lo que quiera el que más
puede o el más ignorante de los ciudadanos.
Pronto, por falta de una política urbanística urgente
y debidamente planificada, sólo serán un recuerdo las
calles rectas de nuestro pueblo, sus viviendas y
edificios armoniosos, construidos y pintados
respetando un espíritu y una norma, lo mismo que de
sus parques y jardines.
Nuestras autoridades, además, han descuidado los
términos adecuados en que debe darse la inmigración
de los paisanos que vienen desde fuera a la ciudad,
muchos de los cuales, hoy, con el ánimo de
"progresar", van construyendo sin tener en cuenta
para nada la conservación de la armonía
arquitectónica de Celendín.
Alguien tiene que detener todo esto. Celendín, si
quiere subsistir, debe convertirse en un centro
turístico reconocido. Y lo puede lograr gracias a su
industria local del sombrero, con sus aguas termales,
con sus restos arqueológicos y, por supuesto, con su
famoso "tablero de ajedrez" urbano debidamente
respetado y restaurado. Para ello las autoridades
deben establecer normas para que las viviendas y
edificios sean construidos armoniosamente y no como
ahora, en que campea la irresponsabilidad y el mal
gusto.